jueves, 17 de diciembre de 2015

NUESTRA VISIÓN DE ESPAÑA EN EL MUNDO

Uno de los mayores legados de los gobiernos socialistas ha sido la visión que han proyectado de España en el exterior. Los gobiernos presididos por Felipe González sacaron a España de su aislamiento internacional con la entrada de España en Europa y desterraron la idea de España como un país atrasado cultural, social, económica y políticamente. Por el contrario, España se convirtió en un país que, con sus carencias, fue capaz de consolidar su democracia, de modernizarse cultural y económicamente, de levantar en tiempo récord un Estado del bienestar casi homologable al de sus vecinos europeos y de alcanzar grandes éxitos colectivos, como la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla, ambos eventos en 1992. Los gobiernos del PP presididos por José María Aznar nos hicieron perder gran parte del prestigio adquirido, al situarnos fuera de la legalidad internacional con la participación de España en la Guerra de Irak de 2003. La acción exterior del presidente José Luis Rodríguez Zapatero consistió en devolvernos a la legalidad internacional retirando las tropas de Irak, una de sus primeras decisiones gubernamentales (es importante recordar que siendo todavía jefe de la oposición tuvo la valentía política de no levantarse al paso de la bandera estadounidense durante el desfile de las Fuerzas Armadas), demostrar su vocación europeísta y apostar por el multilateralismo en el seno de la ONU, impulsando iniciativas tendentes a fomentar la paz, el diálogo y el entendimiento en la Comunidad Internacional; iniciativas como la Alianza de Civilizaciones. Tras una legislatura muy gris en asuntos exteriores, pese al discurso progubernamental rimbombante pero vacío de la “Marca España”, los y las socialistas nos proponemos relanzar de verdad el prestigio de nuestro país en las relaciones internacionales, de forma que nuestra imagen a nivel internacional sea la de un país moderno, con un sistema democrático de gran calidad, que respeta y promueve los derechos humanos, que protege, incentiva y atrae el talento y la innovación. Para ello, nos proponemos adoptar una serie de estrategias, entre las que podemos destacar: 1. Avanzar en el proyecto de construcción europea, promoviendo que la Unión Europea tenga una sola voz en la ONU y en el resto de organizaciones internacionales más relevantes, para lo cual hay que buscar el diálogo y el consenso permanente entre los socios europeos y también hay que empoderar la figura de la Alta Representación de la Unión Europea para los asuntos exteriores. Fomentaremos también nuestra lengua y nuestra cultura, nuestras relaciones con Iberoamérica y los países del Mediterráneo, por razones de seguridad, cultura compartida, relaciones históricas… 2. Recuperar las políticas de cooperación al desarrollo, enormemente debilitadas por el Gobierno presidido por Mariano Rajoy, devolviéndolas a niveles de los años ochenta. El PSOE defiende la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo a escala global como una cuestión de justicia pero también de seguridad y paz. Vamos a perseguir la eficiencia y la equidad en nuestros programas de cooperación al desarrollo, priorizando a los países más necesitados y menos desarrollados. 3. Defensa de la legalidad internacional y promoción de los derechos humanos en todo el mundo, el desarrollo económico y social, la sostenibilidad medioambiental, el multilateralismo, la paz, el diálogo entre los diferentes pueblos, la restricción del comercio de armas, el desarme nuclear y convencional, la erradicación en todo el mundo de la pena de muerte, la lucha contra el terrorismo yihadista… Entre las medidas que encontramos en el programa electoral podemos citar algunas de gran calado como el reconocimiento del Estado palestino haciéndolo extensivo al resto de los socios europeos, el ejercicio del derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental, la reclamación de la soberanía española de Gibraltar, la potenciación del Tribunal Penal Internacional y de la participación española en su seno, la recuperación de la jurisdicción universal para que la Justicia española pueda volver a perseguir los crímenes de lesa humanidad aunque se produzcan fuera del territorio español… 4. Política migratoria: vamos a apostar por una política migratoria justa tanto a nivel nacional como de la Unión Europea, que no considere al inmigrante como un delincuente sino como un ser humano digno que tiene derecho a integrarse en nuestras sociedades en un marco de diversidad cultural dentro del respeto a los derechos humanos al resto de valores constitucionales. Flexibilizaremos las condiciones para el acceso al derecho de asilo a fin de que sus demandantes, que vienen huyendo de la guerra, la persecución política o cualquier otra forma de violencia; vean reconocido efectivamente este derecho que les reconocen los tratados internacionales. 5. Ciudadanía española en el exterior: desde enero de 2012, más de 1.300.000 personas, en su mayoría jóvenes, han salido de nuestro país buscando las oportunidades y el empleo que aquí no encuentran por una mala gestión de la crisis económica y una política de recortes sociales y en inversión productiva que ha generado pobreza y desigualdad. De ello el principal responsable es el Partido Popular y sus nefastas políticas económicas y sociales. Los y las socialistas mejoraremos los derechos de la ciudadanía española que ha emigrado. Por ejemplo, eliminaremos trabas burocráticas para ejercer el derecho al voto. En el debate del pasado lunes vimos a Pedro Sánchez reconocer que había sido un error implantar el sistema de “voto rogado”, se comprometió a quitarlo e invitó a Rajoy a sumarse. Mariano, en una de sus innumerables faltas de decisión política, dio una respuesta ambigua: “me gusta la filosofía pero habría que entrar en los matices”. Además, en materia de Sanidad, el Gobierno del PP ha retirado la tarjeta sanitaria a partir de los noventa días fuera de España. El Gobierno que presida Pedro Sánchez devolverá a los españoles y españolas emigrados todos sus derechos sanitarios. Por último, también podemos citar como políticas destinadas a cuidar de los derechos e intereses de nuestros hombres y mujeres que están fuera de España, los programas destinados a retornar el talento. En definitiva, la filosofía de los y las socialistas es conseguir que la emigración sea una opción muy razonable y respetable pero nunca una obligación. Nos repugnan declaraciones como las de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que se refirió a la emigración forzada como una cuestión de “espíritu aventurero”. Escrito por Pedro Molina Alcántara

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